Liberando la mente [Libre]

Llegó allí él solo en su coche, triste. Pensaba en su familia y en su pasado.
El mono de las drogas lo atacaba una vez más y se alejó de la gente para no caer en la tentación. Odiaba cuando esto le pasaba porque sabía que al final siempre tenía que meterse algo, por muy poco que fuera.
El calor era insoportable y el sol pegaba en toda la frente. En el desierto, como era de suponer, no había nada más que bastas extensiones de arena y alguna que otra serpiente. La soledad lo invadia todo.
Bajó del coche y se sentó en el suelo, apoyandose en él. Le temblaban las manos.
Se tapa la cara con las manos y está quieto, intentando evadirse.

Acapulco era uno de los mejores lugares que había por aquí, la ciudad era hermosa y había numeroso sitios donde se podía ir.
Estaba en el desierto Luxor, un sitio curioso donde ir teniendo en cuenta que era un sirena, estar rodeada de arena y sequedad me sentía extraña, sin embargo, era necesario tenia que acostumbrarme a todos los climas posibles, ya que, en caso de necesitarlo la guerra se podría llegar a cabo en cualquier ciudad donde dominasen las razas.
Suspire, estaba cansada y había llegado a Acapulco nadando, me había llevado unas 3 horas llegar allí y estaba agotada, me senté, el clima me aturdía.

Le pareció escuchar un leve sonido en la distancia pero no le da demasiada importancia. Quien más a parte de el podría estar en medio del desierto?
Allí sentado saca unas fotos de su familia y de su novia actualmente fallecida y las contempla triste.Revive un monton de recuerdos.
El calor es abrasador pero a él le gusta y además, desde pequeño, le encantan y se siente muy agusto en los desiertos.

Odia el calor, no sabia los dragones podían aguantar eso. Me incorpore y mire a mi alrededor, estaba todo tan solitario e inmenso que prácticamente te podías perder y nadie se enteraría.
Observe no muy lejos de donde estaba un figura, entorne los ojos ladee la cabeza, debía de ser un dragón aunque no alcanzaba ver muy bien quien era mis sentidos en estas condiciones eran bastantes pésimos, cosa que me preocupaba debido al inminente conflicto.
Me levanté y me acerque despacio hacía el dragón.

Con la cabeza undida entre las rodillas esperaba impaciente y atento a los pasos que se acercaban poco a poco. Estaba un poco intranquilo porque no sabía quien podría ser. Cuando sintie que los pasos son lo suficientemente cercanos ladea la cabeza rápidamente y se tranquiliza al ver quien es.
-Hola Amelia. - saluda intentando sonreir un poco.

Al final reconocí al joven que estaba en la arena, era Manny, un joven dragón inexperto que conocí estando en la Quebrada con Marco.
-Hola Manny, siento interrumpirte, no me quedare mucho este calor me supera.-dije mostrándome amable, no sabía si había interrumpido sus reflexiones, no quería molestar, tan sólo que no me esperaba que hubiese nadie por allí.

Me estire un poco e intenté respirar, odiaba que esto se me resistiese mas de lo que esperaba, no me gustaba tener debilidades y aunque el calor no sería una de ellas debido a que los dragones eran nuestros aliados, eso no quitaba la incomodidad con la que me hacía sentir y eso era un lujo que no me podía permitir.
-¿Que temperaturas aguantáis los dragones?.-pregunte curiosa, aunque suponía que serían extremas.

Sonríe amable y se levanta, sacudiendose los pantalones. Y guarda las dos fotos sin taparlas demasiado.
-La verdad, no se cual es el máximo. Pero el fuego normal no nos quema.- dice calmado. La verdad es que esta nueva gente a la que ha estado conociendo oo trataba muy bien y se sentía agusto con ellos, cada vez más. Aunque le avergonzaba saber tan pocas cosas sobre su mundo.
Acaba de meter las fotos en el bolsillo después de doblarlas un poco.

Ladeea la cabeza, algo que no entendía de los dragones era su sprecio por las altas temperaturas, quizas es algo normal ya que llevan dentro de ellos el fuego d sus entrañas, sin embargo, conocía otros dragones que apreciaban el frescor del agua.
Me incorpore un poco y mire al cielo, estaba empezando a anochecer y tenía que volver a Sydney y por mucha que poseyen las sirenas y la rapidez de sus movimientos en el agua tardaría lo suyo.
-Debo irme, se me hace tarde.-dije dandome la vuelta para dirigirme hacia el norte pero antes de desaparecer de su vista se volvío.-Te daré un consejo Manny, olvida tu pasado ahora estas en un nuevo mundo que se abre ante ti y nadie tendra piedad contigo, aqui no hay peleas callejeraas, aqui hay guerras y quien no mata muere, asi que espabila...y animate.-concluí me gire y camine de vuelta a la playa.

Sonríe y la mira. Esta situación aun se le hacía rara pero cada vez se sentía mas agusto. A él no le importaba matar, ya lo había hecho antes. Tampoco temía la muerte, pero lo que mas le costaba era dejar de pensar en su pasado. Sabía que tarde o temprano tendría que olvidarse de su vida anterior. Decide irse también e intentar comenzar a hacer lo que ella le dijo.
-Te vas? Yo tambien lo voy a hacer. Si quieres te llevo hasta la playa.- Abre las puertas del Mustang del 67 y la invita a subir.- Ahh y gracias por tu consejo, intentaré seguirlo, aunque me va a costar...
Coje ambas fotos del bolsillo y las entierra bajo un poco de arena, deja allí tambien uno de sus pendientes, como recuerdo. Luego se sube del lado del conductor sentandose y despeja la mente.