Relajación [Libre]

Le diheron que fuese a Sydney a ver como esteba la cosa. Cualdo llegó se dió cuenta de que allí habia muy buenas playas y decidió ir a una a relajarse un poco que le hacía mucha falta.
Llegó a cerca de la playa volando y discretamente se puso en su forma humana. Fué caminando hasta la playa. Una vez allí observó el paisaje y se dió cuenta de que era realmente bonito.
Estaba intentando olvidar su pasado y aun se sentía un poco inómodo consigo mismo y a veces pensaba en él, que era justo lo que no quería hacer.

Caminaba por la playa, vestido de calle. Más tarde decidió quitarse la camiseta y se la puso detro del pantalo dejando que colgase. Siguió paseando tranquilamente cuando vió a una persona. Al verla mejor se dió cuenta de que era una chica.
-Sería una sirena?- se dijo para si mismo. Si lo era ya le podría preguntar a ella si había alguna novedad.

Se acerca a ella, sonríendo y la saluda con la mano.
-Hola! Yo soy Manny. Encantado.- Pese a su falta de experienciencia se da cuenta de que es una sirena. Es la primera vez que es capaz de reconocer a alguien por sus sentidos. Parece que ya va avanzando con sus cualidades.

-Por ahora no..- sonríe gesticulando un poco- Me enviaron solo para saber que tal estan las cosas por aquí.
Se sienta en la arena, relajado al saber que estaba en compañía aliada. Al sentarse tuvo que colocarse la pistola que llevaba siempre en los pantalones. Aun no sabe por que la lleva ya que supone que con estos seres de nada sirve un calibre 9 pero aun así le daba confianza llevarla, sería por costumbre o algo así pero no se desaría de ella por ahora.

Sonríe un momento por el comentario sobre la pistola- Ya supongo que es inutil... Pero es la costumbre de mis tiempos de ganster y me da seguridad..
Luego se queda pensativo un rato dándole vueltas a la situación actual -La verdad es que no me gusta esta situación. Tampoco la entiendo muy bien, aun soy un recién llegado. Solo se que es como una guerra de bandas, pero a lo bestia... Y no se cual es el interes que tienen los bandos, aqui no hay drogas ni territorio de por medio...- se rasca la nuca invadido, un poco, por el nerviosismo de ella.

- Yo tampoco la entiendo pero lo único que se es que si quiero vivir tengo que defenderme o incluso matar. Oye, por cierto, ¿fuiste un ganster?- pregunté sorprendida. -Creo que los intereses son ser el bando superior o algo así, tampoco lo se muy bien- le dije. -Este mundillo es muy fácil, al final acabas acostumbrandote, tus sentidos se funden contigo y controlas tus impulsos- le dije sonriendo.

-Si, fui uno de los más importantes dentro de mi banda. No se como es esta vida pero te digo que la mía pasada no era muy agradable.- se mira el tatuaje que pone el nombre de la banda.- Como sabras a mi no me importa matar tampoco...-toca la culata del arma
-Lo único es que aquí aun no tengo confianza con nadíe y a los que conocía los tuve que dejar atrás. Pero como me anconsejó Amelia, tengo que dejar mi pasado atrás...

Sonríe pensativo, y la mira. -Supongo que tu pasado es parecido al mío, y que te costó dejarlo atrás...
Admira el paisaje con precisión.
-Y sobre lo de ser buen luchador... Me ganaba la vida con combates de boxeo a parte de la banda y los tiroteos estaban a la cuenta del día pero eso todo aquí no me vale de nada

Sonríe y se queda un momento en silencio -Vale, pues te hablo de mi familia y de mi pasado entonces.
Se estira los brazos y piensa por donde empezar.- Verás, soy de una familia humilde. Mi padre y mi madre ganaban lo justo para alimentarnos a mi y a mis hermanos. Dejé los estudios muy pronto y como el dinero era escaso y mis compañías no eran buenas, me metí,sin saber como, en una banda. La gente dice que si somos malos y no se que, la verdad es que hay muchos que sí, pero otros estamos solo por necesidad. Tambien empecé, como ya te dije, a boxear. No se me daba mal del todo-se ríe levemente.
-Pero también estube fastidiado por culpa de las drogas y esas movidas. Aun ahora a veces me cuesta controlarme y no meterme nada...

El atardecer se estaba poniendo realmente impresionante y eso me hizo pensar que ya iba siendo hora de regresar al mar pero no podía dejar a Manny hablando solo y más ahora que me estaba hablando de una cosa tan dolorosa como es su pasado así que pensé que cuando se hiciera más de noche ya vería que hacía.
-¿Y tus padres que pensaban sobre tu banda?- le dije entrecerrando los ojos.- Alguna vez podrías enseñarme a boxear- dije riendo. -La verdad es que tienes razón las drogas no es un mundillo muy bueno y una vez que estas dentro es muy difícil salir- le dije pensativa- cuando sientas la necesidad de meterte algo ve ha hablar con alguien, da un paseo, pero distráete, eso no hará que se te olvide pero si que no sientas tanta necesidad- le aconsejé.

Sorie observando como se pone el sol. Le gusta la puesta de sol porque es el paso entre noche y día. Se queda mirando al rojo cielo y estira el brazo hacia la camiseta porque ya refresca un poco.
-Mis padres? Pues evidentemente no les gustaba, pero ya se sabe, yo era el mayor y tenían que prestarle atención a los otros. Además así podía llevar un poco de dinero a casa.- Se frota los ojos recordando a sus hermanos.
-Claro que te puedo enseñar a boxear- se ríe un poco- Es muy fácil, seguro que aprendes rápido. Y sobre lo de pasear y tal, bueno, puede ayudarme pero es muy dificil que cuando me entran las ganas no me meta nada, lo que intento es que no pase de un poco de hierba que tampoco es tan grave...- respira profundamente para tranquilizarse